Cuida tus aparatos electrónicos: muchas veces nos olvidamos de desconectar nuestros equipos después de su uso y esto no sólo provoca que consumamos más recursos eléctricos o suba nuestra factura. También repercute directamente en la vida útil de nuestros dispositivos.
Alarga su vida útil: muchas veces nuestro estila de vida hace que desechemos nuestros aparatos mucho antes de que se lleguen a estropear. Si no vamos a seguir utilizando nuestros dispositivos, siempre podemos ofrecérselos a algún familiar o amigo que pueda seguir disfrutando de ellos.
Recurre al mercado de segunda mano: Muchas veces el tiempo de uso que hacemos de móviles y otros dispositivos es tan reducido que hace que muchos de los productos que han salido hace unos meses ya podamos encontrarlos en el mercado de segunda mano. Muchos de estos dispositivos son revisados o reparados por técnicos especializados para que su recuperación sea óptima y podamos re-estrenarlos a un precio mucho más barato.
Recicla: Cuando ya no exista la posibilidad de reutilización, reparación o sean productos muy obsoletos debes asegurarte de desechar los residuos de la manera apropiada en contenedores especiales o gestores de residuos autorizados para que no acaben en vertederos ilegales y sus componentes y materias puedan ser recuperados para minimizar el impacto ecológico, contribuir a la economía circular y la sostenibilidad de nuestro planeta.
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